sábado, 5 de abril de 2014

Preparación y conservación de collejas


Preparación y conservación de collejas

Si bien las collejas, gracias a la ternura de sus brotes, se pueden consumir directamente en crudo como por ejemplo preparadas en ensalada, lo habitual es que se preparen previamente a su uso culinario sancochándolas, es decir, procediendo a su cocción en agua hirviendo.
Lo primero que tendremos que hacer una vez recogidos los brotes de las collejas, es eliminar las partes del tallo que estén demasiado duras y las hojas dañadas y lavar a continuación con agua para eliminar los posibles restos de tierra.

Rodal de collejas cultivadas.

Brotes tiernos de collejas recolectados.
Una vez limpios y lavados los brotes de las collejas los depositamos en un recipiente grande con abundante agua para su cocción, a la que podemos agregar una pízca de sal y un chorreón de aceite de oliva para que luego salgan más sabrosas. 

Sancochando collejas.
Tras tan solo unos 3 o 5 minutos de cocción, las collejas estarán sancochadas y listas para su uso gastronómico en distintas recetas, bien por ejemplo rehogándolas o friéndolas.

Aspecto de las collejas una vez sancochadas.
Una vez sancochadas las collejas se escurren para eliminar la máxima cantidad de agua posible. En este punto ya podemos usar las collejas para la preparación de distintas recetas.
También podemos, una vez sancochadas las collejas y escurridas, preparar bolas de los tamaños que consideremos oportunos, envasarlas en bolsas de plástico e introducirlas en el congelador. Así podremos disponer de una forma rápida de collejas en cualquier época del año. 


  
Las collejas han sido sancochadas por, ----------->

2 comentarios:

  1. Están buenísimas en tortilla y de todas maneras

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  2. Es un manjar! Las cogí el otro día y compré semillas para probar en macetas.

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